jueves, 11 de junio de 2015

QUÉDATE CON LO BUENO DE LA VIDA

Atracó el barco en nuevo puerto.
Acogedora bienvenida en el muelle.
Cosas que ningún hombre había visto antes se presentaban ante sus ojos.
Señores con grandes bocas incapaces de decir palabras,
relojes que no marcaban la hora
y un  cielo que no era hermoso.
¿Lo había sido alguna vez? Se preguntaba mientras lo observaba.
Nunca se había parado a pensarlo.
"Mis padres decían que lo era, y nunca me han mentido".
Pero aquel cielo no era hermoso, aunque tampoco diferente.

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